Homenaje a Juan José Saldaña el 23 y 24 de marzo de 2023

Un grupo de historiadores de la ciencia y la tecnología de México, América Latina y de países europeos, se reunieron virtualmente los días 23 y 24 de marzo de 2023 para rendir homenaje al Dr. Juan José Saldaña González, profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, fallecido el 31 de octubre de 2022.

Como se expuso en la presentación de ese evento el Dr. Saldaña sobresalió como líder de una escuela de pensamiento en este campo, y persistente promotor de la Historia de las Ciencias y la Tecnología en México y varios países del mundo logrando visibilizar las contribuciones de América Latina en el ámbito internacional. Como presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología fundó la Sociedad Latinoamericana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, la revista Quipu y la red Ceromaya, entre otras.

Participó en numerosos organismos internacionales, entre ellos, la Secretaria General de la Unión Internacional de Historia de la Ciencia (2001-2005) desde donde consiguió que, por primera vez, el Congreso Internacional de Historia de la Ciencia se efectuara en un país en vías de desarrollo (en México, 2001). Para dejar constancia del incansable trabajo que realizó durante décadas (dejando un suelo fértil para fomentar dicho campo en América Latina), sus colaboradores presentan la I Jornada Internacional de Historia de la Ciencia y la Tecnología en América Latina.

En las jornadas participaron numerosos historiadores e historiadoras de la ciencia latinoamericana que viven en México, Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Cuba, Reino Unido, Suecia, Francia y España.

Todas las intervenciones efectuadas en esas jornadas están visibles en este video

El texto de mi intervención, visible entre los minutos 33 y 44 del video, leída el 24 de marzo, fue el siguiente:

Buenos días para ustedes, buenas tardes para quienes se encuentran en este continente.

Ante todo deseo expresar mi profundo agradecimiento a Marypaz Ramos y Luis Carlos Arboleda por haberme invitado a participar en el merecido homenaje a Juan José Saldaña donde estamos reconociendo sus múltiples méritos como profesor, investigador y promotor de instituciones científicas como la Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ciencias y de las Técnicas.

Este reconocimiento quisiera hacerlo extensivo a todo el grupo generacional que acompañó a Juan José en esa relevante sociedad científica que marcó un hito en el desarrollo de la historia de la ciencia latinoamericana a lo largo fundamentalmente de las dos últimas décadas del siglo XX. Considero por tanto conveniente que este acto de memoria permita unir el reconocimiento que debemos a los méritos contraídos por el doctor Saldaña con el que hemos de otorgar también a quienes le acompañaron y sostuvieron en la mencionada sociedad que ha de ser considerada como una obra colectiva como lo son las empresas humanas y científicas.

Este homenaje se debería de haber producido en vida de Juan José para que él pudiese conocer de viva voz la influencia que ejerció en múltiples ámbitos académicos y en diversas trayectorias profesionales. Entre ellas, en la de varios investigadores radicados en Madrid  en el departamento de historia de la ciencia del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del que he sido director durante casi cinco años, hasta hace poco.

En la segunda mitad de la década de 1980 integrantes de ese departamento como Antonio Lafuente y José Sala Catalá realizaron relevantes contribuciones al despegue de la mencionada Sociedad Latinoamericana avivando junto a Juan José y otras personas participantes en estas jornadas el debate teórico sobre el perfil de la ciencia en América, título del primer cuaderno de Quipu que recogía contribuciones presentadas en un congreso sobre filosofia de la historia y filosofia de la ciencia en la ciudad mexicana de Guadalajara a finales de 1985.

En 1987 apareció, por ejemplo, en Madrid el libro Historia de las ciencias, editado por Antonio Lafuente y Juan José Saldaña, en el que sus editores se esforzaron por dar a conocer relevantes contribuciones historiográficas sobre cuestiones palpitantes como las tensiones entre los factores internos y los externos para explicar la historia de la ciencia   o las vicisitudes de la ciencia imperial británica así como las manifestaciones en la América latina contemporánea de acciones del imperialismo cultural de países europeos como abordasen Roy McLeod y Lewis Pyenson, quienes me han precedido en el uso de la palabra.

Al mismo tiempo desde ese departamento de historia de la ciencia del Instituto de Historia del CSIC se coordinaba bajo la responsabilidad de José Luis Peset un programa movilizador sobre las relaciones culturales y científicas entre España y América en el seno del cual realicé mi tesis doctoral sobre el más destacado integrante de la Comisión científica del Pacífico el viajero naturalista e historiador americanista Marcos Jiménez de la Espada. Finalizada mi tesis tomé una decisión que marcaría el rumbo de mi vida y que me permitiría conocer y tratar al profesor Juan José Saldaña. Opté entonces por trasladarme del departamento de historia de américa al de historia de la ciencia por una doble razón: para trabajar codo con codo con Antonio Lafuente y Pepe Sala Catalá y colaborar en las actividades de la Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ciencias y de las Técnicas convencido, tras haber vivido un año en Quito, de que en el continente americano se habían generado importantes saberes sobre la naturaleza, la vida y la sociedad desde los tiempos precolombinos.

En ese contexto, allá por junio de 1991, conocí a Juan José Saldaña en el marco del congreso internacional “Ciencia, descubrimiento y mundo colonial” que daría lugar al libro coordinado por Antonio Lafuente, Alberto Elena y María Luisa Ortega Mundialización de la ciencia y cultura nacional. Esa obra, con sus más de sesenta contribuciones, supuso un hito historiográfico al presentar sugerentes estados de la cuestion sobre la dinámica mundial de la ciencia y el desenvolvimiento de la ciencia colonial y la formación de comunidades científicas nacionales en la América latina. El mencionado coloquio y el libro resultante fueron el resultado de un diálogo a tres bandas entablado entre la History of Science Society, y las sociedades española y latinoamericana de historia de las ciencias y las técnicas, conversación en la que como escribieron los editores de Mundialización de la ciencia y cultura nacional “justo es reconocer que nadie ha contribuido tanto como Juan J. Saldaña, primer presidente de la SLHCT, para que el intercambio académico de ideas entre las tres áreas se produjera. Su entusiasmo ha sido decisivo para que nos reuniéramos en varios lugares de América y Europa, así como para asegurar la continuidad en la edición de Quipu, revista latinoamericana que ya ha batido un record al cumplir su décimo aniversario”

A partir de entonces y por una década, compartí con Juan José alegrías y tristezas en el desenvolvimiento de las actividades de la Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ciencias y de las Técnicas.

Recuerdo el sentido pésame que nos dio a los delegados españoles asistentes en enero de 1992 al Tercer Congreso Latinoamericano y Tercer Congreso Mexicano de Historia de la Ciencia y de la Tecnología por el reciente fallecimiento a finales de 1991 de Pepe Sala Catalá, que nos dejó demasiado pronto.

Tengo también bien grabados en la memoria los muy agradables momentos compartidos con él u otros compañeros y compañeras, afortunadamente presentes en estas jornadas,  en los congresos latinoamericanos de historia de la ciencia y la tecnologia celebrados en Cali y Rio de Janeiro en 1994 y 1998 respectivamente, en el celebrado en París en septiembre de 1994 para conmemorar el 50 aniversario del ORSTOM y en los internacionales de historia de la ciencia celebrados en Zaragoza en 1993, en Lieja en 1997 donde vivimos como propio el éxito de Juan José y la delegación mexicana al ser nominada la Ciudad de México sede del XXI congreso internacional de historia de la ciencia. En su desarrollo Juan José Saldaña dio muestras una vez más de sus dotes organizativas y capacidades para coordinar grandes equipos humanos como excelente director de orquesta. Fue aquel congreso un fértil espacio de intercambio académico para debatir sobre ciencia y diversidad cultural en un laboratorio idóneo para reflexionar sobre esas cuestiones como es la República mexicana.

A lo largo de esa década intenté desarrollar un plan de trabajo sobre la formación de un espacio público para la ciencia en la América latina del siglo 19 del que ofrecí resultados en el libro Saberes andinos coordinado por Marcos Cueto en 1995, en  la revista Asclepio en un dossier que coordiné con Antonio Lafuente en el año 1998, y en la revista ecuatoriana Procesos donde reedité en 2002 uno de mis trabajos más leidos “La América latina en el escenario de las exposiciones universales del siglo XIX”. Y colaboré con Antonio Lafuente para intentar vincular las múltiples expediciones científicas que durante el siglo 18 exploraron las colonias americanas de la monarquia hispana con las tres tradiciones científicas que operaban en ellas: la metropolitana, la virreinal y la eclesiastico-criolla. Expusimos esa propuesta en el libro coordinado por Juan José Saldaña Historia social de las ciencias en América latina, editado en español en 1996 y en inglés en 2006.

Luego por circunstancias varias se produjo un distanciamiento entre Juan José y nuestro departamento pues las trayectorias vitales e institucionales se asemejan en ocasiones al movimiento zigzagueante. Si estas jornadas sirviesen para un nuevo rapprochement o aproximación entre todos nosotros bienvenidas sean.

Y si pudiese tener una nueva conversación con Juan José le diría cuán importante fue en mi trayectoria intelectual en un momento dado al ser amigo de mis amigos y compartir comunes preocupaciones intelectuales y le recordaría aquella noche de enero de 1992 en la que nos presentó a un grupo de congresistas a don Enrique Beltrán, uno de cuyos estrechos colaboradores para poner en pie la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia en la década de 1960 fue el republicano español exiliado y nacionalizado mexicano Germán Somolinos.

Ahora los herederos de Germán Somolinos fallecido en Ciudad de México hace 50 años, en 1973, me han pedido que ordene parte de los papeles españoles y mexicanos que conservan. Coincide esa petición con este homenaje a uno de sus principales herederos como historiador de la ciencia mexicana, como cabe considerar a don Juan José Saldaña, lo cual me parece señal de buen augurio, para seguir conectando nuestro presente con el pasado, en sus distintos estratos temporales.

Muchas gracias una vez más por tenerme presente para este homenaje a nuestro apreciado Juan Jose y por su atención a mis palabras.

Paradojas de un día republicano: el domingo 22 de marzo de 1936 (I)

Tengo ante mí el ejemplar del diario El Sol correspondiente al domingo 22 de marzo de 1936. Puede considerarse un compendio de las tensiones, contradicciones, paradojas que afectaron al régimen republicano en su corta existencia antes del desencadenamiento de la guerra «incivil» como consecuencia del golpe de Estado de 18 de julio de 1936, hoy hace 84 años cuando inicio la redacción de esta entrada.

Los problemas y desafíos políticos del régimen ya eran abordados en la primera página a través de un editorial en el que se pide el aplazamiento «sine die» de las elecciones municipales, convocadas para el 12 de abril, dado que como consecuencia de las elecciones legislativas celebradas el 16 de febrero «todavía se hallan los nervios de punta y circula con alteración la sangre» de manera que «España en estos momentos tiene aún su pulso febril» por lo que según ese editorialista, familiarizado con metáforas procedentes del lenguaje médico, «es preciso que los nervios entren en sedación y disminuya la hipertensión de la sangre en las arterias».

Portada El Sol 22 marzo 1936

Por su parte el catedrático de Derecho Romano de la Universidad Central, y secretario y cerebro de la Fundación Nacional para Investigaciones Científicas ,José Castillejo (1) (Ciudad Real 1877-Londres 1945)  -tras haber sido decisivo allá por 1907 en la fundación de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (1)- abordó los problemas legales que se derivaban de la amnistía concedida por el gobierno presidido por Manuel Azaña a los protagonistas de la revolución de octubre de 1934. Al final de su reflexivo artículo en el que exhibió su familiaridad con la historia política de la antigua República romana, a través de sus lecturas de Salustio, se hizo una serie de preguntas como las siguientes:

¿No habrá acaso otra manera de sacar de las cárceles a quienes no deban estar en ellas? ¿No tenemos también obligaciones hacia los que quedaron recluidos por haber delinquido en fecha inadecuada o sin pensar en un cambio de régimen? Pero ante todo, ¿corresponden a los Gobiernos esos menesteres, o son, como la «economía dirigida», un pantano donde sin éxito se hunden más a cada nuevo esfuerzo?

Si pasamos a la segunda página, dedicada al mundo de los libros, nos encontramos, sin embargo, con destellos de la extraordinaria creatividad cultural que se desplegó en el período republicano y de la amplitud de las conexiones internacionales de la elite intelectual de aquellos años.

p2 El Sol 22 marzo 1936

Sobresale en ella un magnífico texto de Guillermo de Torre (Madrid 1900- Buenos Aires 1971), quien por aquel tiempo ayudaba Pedro Salinas a sostener esa gran revista del Centro de Estudios Históricos de la JAE que fue Indice Literario (3), una más de la serie de publicaciones surgidas de esa modélica casa de estudios (4).  Se titulaba «Libros de arte. Panoramas de lo nuevo». En él hizo una reseña colectiva de tres obras: De la naturaleza al espíritu. Ensayo crítico de pintura contemporánea, desde Sorolla a Picasso”, de Manuel Abril, Espasa-Calpe. Madrid, 1935;  Arte nuevo por Cossío del Pomar. La Facultad, Buenos Aires, 1934 y Estructura por J. Torres-García. Biblioteca Alfar. Montevideo, 1935.

Manuel Abril_

 

Cossio del Pomar Arte nuevo

 

 

Torres Garcia Estructura

Tras lamentarse de la escasez en lengua española de síntesis panorámicas sobre el arte nuevo y caricaturizar la erudición hueca encomió el valor «excepcional» del libro de Manuel Abril (Madrid 1884-1943). Guillermo de Torre, que omitió que la obra había sido premio nacional de literatura en el año 1934, resaltó su utilidad manifiesta, su visión panorámica, la presentación en perspectiva de teorías y tendencias y su afán de captar la atención del lector «medio desprevenido» o «más bien reacio» mediante un tono explicativo y didáctico. Aunque también deslizó una crítica al “teñido nacionalista y patriótico de su tono afirmativo”, muy claro en el prólogo.

También registró su lectura del libro panorámico sobre el “arte nuevo” del pintor y crítico peruano Cossío del Pomar (Morropón-Piura 1888-Lima 1980) -«personalidad contradictoria y hasta incongruente»- para criticarlo severamente al considerarlo un resumen de resúmenes que incluso era insuficiente como libro de iniciaciación. A pesar de esta dura crítica de Guillermo de Torre sabemos que Felipe Cossío del Pomar, muy vinculado al dirigente del APRA peruano Raúl Haya de la Torre fue una personalidad relevante en el campo artístico latinoamericano, tanto en el Perú como en México donde en sus años de exliado creó en 1937 en la población de San Miguel de Allende una escuela de Bellas Artes, cuya historia fue reconstruida por Maline Gilbert McCalla y Miguel Angel Cossío en un libro publicado en 2017, una de cuyas reseñas se debe a Rosmeliz Alva Zapata. (ver aquí). En ella acogió a críticos de arte españoles exiliados como Juan de la Encina.

Finalmente fijó Guillermo de Torre su atención en el curioso volumen que bajo el título de “Estructura” acababa de publicar Joaquín Torres-García (Montevideo 1874-1949) en su ciudad natal. Lo evaluó como un panorama, no tanto de obras y tendencias, como de ideas y teorías sobre la pintura abstracta. Guillermo de Torre -que había publicado en 1934 en colaboración con Roberto J. Payro un volumen sobre ese artista latinoamericano- se manifestaba como un admirador del pintor uruguayo en tanto en cuanto que personificaba «la Inquietud, con mayúscula» de manera que su persona, su obra, constituían  «todo un caso digno de la mayor atención». Era un «pintor desdoblado en teorizante, cuya obra prosigue incesantes avatares» dado que «es un genuino buscador». Se lamentaba por ello que cuando había intentado establecerse en Madrid, donde vivió entre 1932 y 1934, no se le hubiesen dado facilidades para acogerle lo que revelaba » la impermeabilidad que goza nuestro ambiente». Y añadía que Torres García «tiene fervores de apóstol» por lo que  su vehemencia, su “iluminación”, su espíritu proselitista, eran admirables. Aunque también admitía el crítico madrileño que esas virtudes no habían encontrado siempre «mecha propicia en que prender» lo que «sólo puede atribuirse a su unilateralismo enceguecedor, a su sectarismo radical, imbuido de pasión». Admiraba asimismo Guillermo de Torre el «arte lógico, claro, lúcido como pocos» de Torres García pero destacaba con pesar que «ese logicismo de sus cuadros no acompañe a sus facultades de expositor» pues el libro Estructuras que estaba «henchido de valiosas teorías» estaba «desordenado hasta el límite» de manera que «no parece concebido bajo la luz tranquila de la Cruz del Sur, sino fermentado algunos grados más arriba, en la maraña tropical».

Ese artículo de fondo del reputado crítico de arte Guillermo de Torre, yerno de Jorge Luis Borges desde 1928, estaba acompañado de las secciones «La vida literaria en el extranjero» con un listado de novedades bibliográficas aparecidas en Francia y Alemania; «Bibliografía» en la que se informaba de manera sucinta de libros recién publicados en España y de una columna dedicada a resolver dudas y consultas bibliográficas que planteaban los lectores del periódico, siguiendo una moda común a diversos periódicos y revistas de la época republicana que estimulaban el contacto  de esa manera con sus lectores.

Entre los libros editados en España que se enumeraban en la sección «Bibliografía» cabe mencionar  dos libros del catedrático de Física y Química del Instituto de Alcoy Juan B. Puig Villena (1894-?), ciudad en la que fue presidente de Izquierda Republicana. Este asistente a la conferencia que había dado Einstein en 1923 en la Residencia de Estudiantes de Madrid sería durante la guerra civil uno de los profesores del Instituto Obrero de Valencia, donde sus enseñanzas fueron muy apreciadas (ver aquí). En 1939 iniciaría su exilio, iniciado en Argelia y finalizado en México donde falleció al parecer en 1943.

El Sol, en efecto, informaba de la publicación de sus libros-folletos El espacio, curvo y finito, editado en 1935 en Alicante que comprendía tres ensayos cortos titulados El espacio curvo, Ondas y estrellas y Probabilidad y certeza, de 24, 26 y 17 páginas en cuarto y  Breve idea de la mecánica ondulatoria editado en Alcoy en 1935 y que se vendía a tres pesetas, que revelan su afán de formar parte de la comunidad de propagadores de la física cuántica . Gonzalo Gimeno Valentín-Gamazo, en su tesis doctoral (5) ha destacado el ambicioso contenido de ese texto en el que se abordaban cuestiones como «El principio de incertidumbre», «Las ideas de De Broglie», «Realidad de la onda de fase», «Ecuación de Schröndiger», «Aplicación del átomo de hidrógeno», «Teoría de la valencia química», «El átomo de helio», «Espectros moleculares», «Ortohidrógeno y parahidrógeno» y «Mecánica ondultaria y radiactividad». Ambición que contrasta con su recogimiento en una ciudad pequeña que le limitaba su radio de acción como dio a entender en el prólogo de Breve idea de la mecánica ondulatoria con estas palabras, reproducidas por Gonzalo Gimeno:

«Esta obra no es otra cosa, que el esfuerzo hecho por un modesto profesor de      Instituto,  que no resignándose a vegetar en el casino local y buscando distraerse con un poco de espiritualidad en el vivir mezquino y monótono de las ciudades pequeñas, ha hecho unos apuntes y notas que ahora ordena y publica por si alguien quiere aprovechar. Es posible, lector, que este folleto, ni te aproveche ni te importe. No te preocupes, pues ya seremos dos los que estamos en el mismo caso».

el espacio curvo y finito

 

Breve idea de la mecanica ondulatoria

Otros libros de los que se daba noticia a los lectores de El Sol eran:

-la edición que había hecho Juan José Domenchina (Madrid 1898-México 1959), agudo crítico literario del diario vespertino La Voz y secretario de Manuel Azaña, de las Obras poéticas completas de Espronceda de la que el redactor anónimo de El Sol decía «edición magníficamente presentada y estudio de Domenchina, fino y docto», y publicadas por el editor M. Aguilar.

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-el libro del diplomático e historiador Virgilio Sevillano Carvajal, (Zamora 1890-?) La España..¿de quién?. Ingleses, franceses y alemanes en este país, Madrid, 238 páginas en folio, 8,50 pesetas que era un «estudio de las actividades de los extranjeros, sobre todo técnicos, en España, con estadísticas y datos en abundancia».

Virglio Sevillano Carbajal

 

-la obra de Estanislao Maestre, San Ildefonso. La Granja. Valsaín. Riofrío. Segovia. Apuntes para una guía., Madrid, 117 páginas con grabados, en octavo. Tres pesetas que  era «una pequeña guía turística de los lugares indicados de la provincia de Segovia», accesible digitalmente aquí, profusamente ilustrada como podrá comprobar quien acceda a ella.

La Granja

y dos publicaciones editadas en Barcelona por religiosos, un indicador del esfuerzo de El Sol por dar cabida a la producción cultural de todas las tendencias ideológicas presentes en la sociedad española, aunque con reticencias pues se omitía que los autores de los dos libros siguientes, el uno era presbítero y el otro agustino:

El salario familiar. Teoría y práctica del presbítero Bartolomé Quetglas i Gayá (Felatnix, Mallorca 1900-Palma,Mallorca 1964) , que se vendía a cuatro pesetas. Ese sacerdote estuvo vinculado al sindicalismo católico durante la Segunda República.

el salario familiar

-y la segunda edición de Documentos inéditos acerca de mosén Jacinto Verdaguer. Su amistad con los agustino de El Escorial, editado por Manuel Monjas y que se vendían a 12 pesetas.

Jacinto Verdaguer

 

Culminaba el montaje de la página dedicada al mundo de los libros de El Sol de 22 de marzo de 1936 -a dos días de que mi padre cumpliese quince años- la sección titulada Folletones de El Sol. Aquel día acogía la segunda colaboración de Sixto Tros dedicada a dar cuenta a los lectores del periódico de la celebración del centenario de Mark Twain, el escritor para quien el río Mississipi fue el eje de su vida de modo que el mundo de su adolescencia fue una faja de tierra al borde de la corriente de esa poderosa corriente fluvial. Dio cuenta de sus vicisitudes vitales: los años en los que ejerció de impresor cuando adquirió la base de su cultura, la temporada en la que fue piloto en el río -los años más felices de su vida-, la etapa en que fue buscador de oro y periodista en California. Y explica cómo -siguiendo a F. L. Pattee– con Mark Twain «la literatura americana se hizo por vez primera nacional».

Cabe señalar finalmente cómo en un breve rincón aparecía una publicidad de obras del pedagogo y sicólogo José Mallart (Espolla -Gerona- 1897, Madrid 1989), del Instituto Nacional de Psicotecnia, que se consideraban que podían ser eficaces para la Reforma Agraria. Se enumeraban cuatro obras: La elevación moral y material del campesino, que se vendía a 5 pesetas; Pro arbolado, 2,50 pesetas; La posesión de la tierra y la explotación agrícola racional, 1 pta. y Colonias de educación para formación general y profesional, 5 pesetas. En otro lugar comentaré más detenidamente el significado de esta autopublicidad de la dimensión agrarista de la obra de ese pedagogo y sicólogo de origen catatán, nacido en el seno de una familia de agricultores, considerado uno de los impulsores de la sicología industrial en España. Como tal ocupa un lugar en la reciente e interesante exposición virtual organizada por la Facultad de Sicología de la Universidad Complutense sobre Los test sicológicos en España entre 1920 y 1970.

Esa dimensión agrarista  ha sido poco tenida en cuenta por sus estudiosos como Francisco Pérez Fernández, autor de un muy interesante trabajo sobre quien fue nombrado en 1932 Inspector de Escuelas de Trabajo y en 1934 jefe de la sección Pedagógica del Instituto Nacional de Reeducación Profesional. (ver aquí).

Mallart Elevacion campesino

Mallart Pro arbolado

 

Colonias de educacion1

 

Colonias de educacion 2

La coexistencia entre una potente creatividad cultural, -estimulada por un intenso debate de ideas, relecturas del pasado y propuestas de reorganización social-,  y serios problemas socio-económicos y políticos, tanto en la esfera nacional-estatal como internacional, estaban también presentes en las otras páginas del diario El Sol de ese domingo 22 de marzo de 1936 como expondré en la continuación de esta entrada, a la que hay que poner término dada su extensión.

(1) El título de su artículo era «La aministía» y formaba parte de una serie de textos que dedicó a examina Los problemas de la Repúblicas. Sus colaboraciones solían aparecer en la edición dominical de El Sol.

(2) Abordé su protagonismo en esa iniciativa científica en «José Castillejo: entrelazando las hebras de un artífice de la JAE», accesible en https://digital.csic.es/handle/10261/16781

(3) Cabe profundizar en la relación entre esos dos humanistas a través del estudio de su correspondencia, parte de la cual ha sido editada recientemente. Ver Pedro Salinas. Guillermo de Torre. Correspondencia 1927-1950, editores Carlos García y Juana González García, Madrid-Frankfurt, Iberoamericana, 2018, 254 pp.

(4) Analicé las publicaciones surgidas en ese laboratorio de las ciencias humanas en mi trabajo sobre «La dinámica investigadora del Centro de Estudios Históricos de la JAE»

(5) Gonzalo Gimeno Valentín-Gamazo, «La matemática de los quanta en España. El andamiaje de la física teórica en el intervalo 1925-1955», tesis doctoral dirigida por Marià Baig i Aleu, Centro de Historia de la Ciencia, Universidad Autónoma de Barcelona, 2015, pp. 77-82. Accesible esta tesis aquí.

 

Avances en Digital History: 1 a 7 de mayo 2018

 

Digital History 7 de mayo 2018

Selecciono y organizo una serie de noticias e informaciones ofrecidas por Amy Williams @a_williams06 en su útil PaperLI dedicado a la historia digital correspondiente al ejemplar del 7 de mayo de 2018.

PROYECTOS

FUENTES DIGITALES

ARTÍCULOS

ENTREVISTAS A HUMANISTAS DIGITALES

CONFERENCIAS

CURSOS

VIDEOS

EVENTOS

Fashioning the Colonial Metropolis: Asian Influences and Urban Identities in Colonial Mexico City

Global Urban History

Nino Vallen, Freie Universität Berlin

At the end of the seventeenth century, the Mexican artist Cristóbal de Villalpando painted the main square of Mexico City. His image of the zócalo depicts approximately 1,200 persons strolling around or standing in groups outside the metropolitan cathedral or the partially ruined viceregal palace. At the center of all this activity, Villalpando located the two markets that fill most of this public space. Gondola-like boats and carts can be seen transporting merchandise to the market in the upper part of the image, while carriages and members of the city’s merchant elite flock together in the surroundings of a recently constructed market, the Parián, that appears at the forefront of the composition.

Fig. 1 - Cristobal de Villalpando - View of the Zócalo of Mexico City (1695) Cristóbal de Villalpando’s Pinting of Mexico City’s Main Square, Late 17th Century

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Historia digital en las Américas y Europa: mi selección de la segunda quincena de junio 2015

Esta es la cuarta entrega quincenal donde doy cuenta de los hallazgos que efectúo en mis paseos como internauta relacionados con la práctica de la historia digital.  En esta ocasión resumiré los contenidos de un curso sobre historia digital impartido el otoño pasado, entre el 23 de septiembre y el 4 de noviembre de 2014, por Jason Heppler del departamento de Historia de la Universidad de Stanford; informaré de un reciente artículo en  la revista francesa Socio sobre los desafíos que plantean los archivos de la web a los historiadores y me haré eco del reciente congreso de humanistas digitales del Benelux celebrado en Amberes entre el 8 y el 9 de junio de 2015.

Un curso sobre historia digital en la Universidad de Stanford en el otoño de 2014

Empiezo dando cuenta del interesantísimo curso impartido por Jason Heppler para introducir a sus alumnos de la Universidad de Stanford en la historia digital. El curso tuvo como objetivo familiarizar a los estudiantes con las herramientas y fuentes digitales para crear investigaciones históricas de calidad, analizar e interpretar los hallazgos documentales y comunicar los resultados. Una descripción del curso y una explicación de sus objetivos se pueden encontrar aquí. Los alumnos tenían que efectuar al final del curso un proyecto de historia digital relacionado con la historia de Silicon Valley a lo largo del siglo XX. La bibliografía de apoyo (ver aquí) abarca todos los aspectos relacionados con el extraordinario papel desempeñado por el entorno del valle de Santa Clara tanto en la historia de Estados Unidos como en la historia mundial en el siglo pasado.

Jason Heppler

Para ejercitarse como historiadores digitales los participantes en el curso elaboraron un blog colectivo a lo largo de sus siete semanas de duración para abordar los aspectos más significativos de la historia digital que fueron los siguientes.

– primera semana: What is Digital History? con intervenciones breves de Andrew Torget y Edward Ayers, y una explicación de Markdown, el sistema desarrollado por John Gruber y Aaron Swartz para simplificar tanto la elaboración de artículos con formato  como la publicación de los mismos (todo lo elaborado en Markdown, puede ser exportado como HTML). Permite por tanto crear de manera sencilla texto con formato.

– segunda semana: Digital Libraries and Archives con información sobre los archivos del Sillicon Valley, del DotCom, el proyecto Valley Shadow, el artículo de Alexis Madrigal sobre la historia espacial del Silicon Valley y  acceso a la famosa conferencia demostración de Douglas Engelbart de 1968 sobre windows, el hipertexto, el ratón del computador, etc.

– tercera semana: Data and the Humanities con información sobre Tidy Data; Culturomics o análisis cuantitativo de la cultura usando millones de datos; el proyecto Palladio para pensar las Humanidades a través de la visualización de datos; y sobre las diferencias entre Big Data, Small Data y Long Data dando cuenta por ejemplo del artículo de Jo Guldi y David Armitage, «History: the key to decoding big data». (ver aquí).

– cuarta semana: Textual Analysis donde se prestó atención al modelo estadístico de categorías Latent Dirichlet Allocation (LDA), a la modelización de temas en humanidades presentando varios proyectos sobre la aplicación de programas informáticos que extraen automáticamente los «topics» de los textos, y diversos artículos sobre el uso de la informática para el análisis textual. En algunos de esos artículos se discuten los planteamientos expuestos por Franco Moretti en su libro de 2005 Graphs, Maps, Trees: Abstract Models for a Literary History. 

Paul Carter The Road to Botany Bayquinta semana: Spatial History donde se presentaron diversas realizaciones de este giro historiográfico como los libros de Paul Carter, The Road to Botany Bay: An Exploration on Landscape and History; William Cronon, Nature’s Metropolis: Chicago and the Great West; o los proyectos Gilded Age Plains City, CityNature, Welcome to the Anthropocene, o el poderoso Earth Engine, una plataforma a escala planetaria para el análisis de datos medioambientales. Además se presentaron diversas herramientas que usan los historiadores digitales que apuestan por el «giro espacial» como Neatline, Curatescape, ESRI StoryMap, d3.carto, Spatial Humanities Step by Step, y el WorldMap de la Universidad de Harvard y el proyecto digital del historiador Colin Gordon Mapping Decline, basado en sus investigaciones sobre el declive de la ciudad de St. Louis.

– sexta semana: Networks dedicada a estudiar la aplicación de Social Network Analysis en las disciplinas históricas. Se presentó el uso de ese método para estudiar diversos casos: el de los llamados  «ocho traidores» de Sillicon Valley quienes, liderados por el joven físico Robert Noyce , fundaron en 1957  Fairchild Semiconductor donde se inventó el microchip, motor de la revolución de los ordenadores personales; el del papel de Paul Revere en el proceso independentista norteamericano; los proyectos generados en el entorno de Humanities + Design de la Universidad de Stanford. Se facilitó además a los alumnos una muy amplia bibliografía elaborada por Marten Düring para Historical Network Research sobre visualización y teoría de redes en diversos campos del conocimiento.

– séptima semana:  Visualization and Narrative en la que se abordaron cuestiones relacionadas con la narrativa, el diseño y la visualización de datos. Respecto al primer asunto se presentaron las características y resultados de cuatro proyectos: Mapping Mobility in the Budapest Ghetto, Geography of the Post, Enchanting the Desert y Antieviction Mapping Project, los tres primeros creados en el entorno del Spatial History Project de la Universidad de Stanford y el último impulsado por un colectivo cívico que está documentando de manera admirable el desalojo y desplazamiento de sectores vulnerables de la población de la bahía de San Francisco que están sufriendo la presión de los especuladores urbanísticos amparados por la Ellis Act. También se ofrecieron los recursos creados por la Zurb University para los diseñadores como Pattern Tap y Design Triggers. En cuanto a la visualización de datos  se presentaron dos importantes herramientas:  Raw creada por el Density Design Lab del Politécnico de Milán y la aplicación Palladio del laboratorio Humanities + Design de la Universidad de Stanford para impulsar la visualización de datos en proyectos de investigación histórica.

Anti-eviction proyect

Otras noticias

En el dossier sobre Le tournant numérique… et après? , coordinado por la directora del proyecto e-Diaspora Atlas Dana Diminescu , y publicado en el número 4 de la revista Socio. La nouvelle revue des sciences sociales que dirige Michel Wievorka, aparece el interesante artículo de Valérie Schafer y Benjamin Thierry, «L’ogre et la toile. Le rendez-vous de l’histoire et des archives du web» (ver aquí) del que me informó Philippe Poirrier, a quien agradezco su comunicación, y sobre cuya labor como historiador digital informé en un post anterior (ver aquí).

Estos autores dialogan con ciertos textos fundadores de la epistemología histórica para ofrecer una serie de reflexiones respecto al impacto que tendrán los archivos de la web, que ha empezado a organizar la fundación Internet Archive desde 1996, en la manera de producir y escribir la historia. Schafer y Thierry organizan su texto en tres partes tituladas respectivamente: Le goût de l’archive, «L’histoire comme compréhension», y «L’historien de demain sera programmeur ou il ne sera plus»?. Concluyen su reflexión planteando que el principal desafío de la historia digital radica en la redefinición del rol social del historiador y de su lugar en la construcción de los discursos sobre la historia y no tanto en una reconversión de la práctica o una transformación de las finalidades de la disciplina que cultivan los historiadores. La bibliografía en la que apoyan su reflexión Shafer y Thierry es muy útil.

Socio

Finalmente llamo la atención en el importante congreso Digital Humanities. Benelux Antwerp 2015 celebrado hace un mes -en los días 8 y 9 de junio- en la ciudad belga de Amberes. Ojeando el libro de resúmenes de las comunicaciones que se presentaron en él [book of abstracts] (ver aquí) se puede apreciar el dinamismo de las iniciativas llevadas a cabo en el ámbito de las humanidades digitales en los países del Benelux y en otros países europeos.

Por ejemplo Sally Wyatt, del grupo eHumanities de la Academia Real Holandesa de Artes y Ciencias presentó desde una perspectiva feminista la comunicación «Digital humanities: New toys for the boys?» (ver aquí); Nicholas J. Hayward y George K. Thiruvathukal «From lighthouse to the moon: a guiding light to the corpus of Jules Verne» (p. 42 libro resúmenes); Inger Leemans, Janneke M. van der Zwaan, Isa Maks, Erika Kuijpers  «HEEM, a Complex Model for Mining Emotions in Historical Text» (p. 49); Leonor Alvarez Francés, Rosa Merino Claros, Harm Njboer, Julia Noordegraaf, Harm Njboer  «Historical data exploration: Amsterdam’s creative landscape, 1600-present (p.51); Elien Vernackt y Bram Vannieuwenhuyze  «MAGIS Brugge: a 16th-century bird’s-eye view on Bruges as a digital stage for public urban history» (p. 58); Emiliano Degl’Innocenti y Alfredo Cosco informaron de «The TRAME Project -Text and Manuscript Transmission of the Middle Ages in Europe» (p. 92); un amplio equipo de investigadores de varios países presentaron «Visualizing the Narratives of European Integration» (p. 113). Estas son algunas de las decenas de interesantes aportaciones dadas a conocer en Amberes hace un mes por una abundante representación de humanistas digitales europeos y de otras partes del mundo.

Así en ese congreso también hubo lugar para dar a conocer proyectos relacionados con la historia latinoamericana. Así sucedió con la comunicación de Silvia Gutiérrez, «Literary constellations. A Digital Humanities approach to the study of literary salons in Mexico during the 19th century» (p. 55).

Benelux Digital Humanities

Balance de la obra del historiador James Lockart

Con motivo del reciente fallecimiento del historiador norteamericano James Marvin Lockart mi colega peruano Nicanor Domínguez ha difundido a serie de enlaces relacionados con la vida y la obra de este gran especialista en la historia colonial de la América latina.

Tras efectuar un sólido estudio prosopográfico de los hombres de Cajamarca, es decir de la hueste castellana que tuvo un papel decisivo en la invasión del Tawantinsuyu, James Lockart escribió  con posterioridad una serie de obras decisivas para la comprensión del modo de vida de las poblaciones indígenas mexicanas en el período colonial tras adquirir un sólido conocimiento del náhuatl e insistir en que para ser un buen etnohistoriador era imprescindible conocer las lenguas indígenas.  Asi lo destaca el historiador mexicano Rodrigo Martínez Baracs en el primero de los enlaces disponibles a continuación.

Esta consideración de Lockart la tuvieron presente ciertos historiadores del siglo XVI. Así  las aportaciones efectuadas por el cronista Pedro Cieza de León al conocimiento de las sociedades andinas se debieron en parte al asesoramiento que le proporcionó el dominico fray Domingo de Santo Tomás, el primer europeo que hizo una gramática quechua, y un diccionario quechua-castellano, editados en Valladolid en 1560. Esta cuestión la abordé en mi trabajo «La Crónica del Perú de Cieza de León como proceso de conocimiento del mundo andino», publicado allá por 1988 en el primer volumen del libro colectivo Ciencia, vida y espacio en Iberoamérica, editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en Madrid.

A destacar en la relación de enlaces que tiene el lector a su disposición el que da acceso al Archivo Virtual Mesoamericano de la Universidad de Oregón. A través de él se puede acceder a 7905 objetos digitalizados.

Archivo Virtual Mesoamericano

James Lockhart, historiador

Por Rodrigo Martínez Baracs

Letras Libres (Mexico), Junio 2012

http://www.letraslibres.com/revista/letrillas/james-lockhart-historiador

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James Marvin Lockhart (1933 – 2014)

English:  http://en.wikipedia.org/wiki/James_Lockhart_(historian)

Español:  http://es.wikipedia.org/wiki/James_Lockhart

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James Lockhart, Professor Emeritus, Department of History, UCLA

http://www.sscnet.ucla.edu/history/lockhart/

http://www.history.ucla.edu/people/emeriti-ae-1/emeriti?lid=4179

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Virtual Mesoamerican Archive

http://vma.uoregon.edu/sch_doprofile.lasso?Scholar=169-JLoc&Dowhat=a&lang=

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«Postconquest Nahua Society and Concepts Viewed through Nahuatl Writings»

Estudios de Cultura Nahuatl (UNAM, Mexico), 20

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn20/333.pdf

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«Three Experiences of Culture Contact: Nahua, Maya, and Quechua» (1998)

Boone & Cummins, eds., Native Traditions in the Postconquest World (1998)

http://www.doaks.org/resources/publications/doaks-online-publications/native/trad03.pdf

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Nahuatl as Written: Lessons in Older Written Nahuatl, with Copious
Examples and Texts (2004)

http://www.mexicauprising.net/NahuatlasWritten.pdf

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Introduction: Background and Course of the New Philology

http://whp.uoregon.edu/Lockhart/Intro.pdf

* from James Lockhart, LisaSousa, and Stephanie Wood, eds., «Sources
and Methods for the Study of Post-conquest Mesoamerican Ethnohistory,»
Provisional Version (2007 ff.)

http://whp.uoregon.edu/Lockhart/index.html

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Una obra colectiva sobre la institucionalización de las disciplinas científicas en México

Coordinado por Mina Kleiche-Dray, Judith Zubieta García y María Luisa Rodríguez-Sala acaba de aparecer el libro La institucionalización de las disciplinas científicas en México. Siglos XVIII, XIX y XX: estudios de caso y metodología

Mina Kleiche-Dray disciplinascientificas

La obra ofrece al lector un espacio de reflexión sobre las perspectivas y los métodos usados en la institucionalización de las disciplinas científicas en México, particularmente durante los siglos XVIII, XIX y XX, que permitió la construcción de la organización disciplinaria « específicamente durante el siglo XIX » a través de la conformación de las universidades modernas y, poco después, el despegue de la investigación científica durante el siglo XX.

Gracias a la colaboración científica entre el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Institut de Recherche pour le Développement de Francia, esta obra difunde por primera vez, a un público  amplio, las valiosas trayectorias del desarrollo de disciplinas científicas que incumben a varios campos de la ciencia en México y plantean, a quienes se interesan en este tema, nuevas posibilidades y perspectivas de estudio.

Dieciséis contribuciones abordan desde diferentes puntos de vista la institucionalización de disciplinas científicas vinculadadas a las ciencias exactas, físicas y naturales -como las matemáticas, la astronomía, la física, la química, la farmacia, la cirugía, la biología y la geología-, y a las ciencias humanas y sociales, como la filosofía, la sicología, el derecho y la estadística.

El libro está accesible en el Repositorio del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

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