El historiador de la ciencia Juan Pimentel imparte cuatro conferencias en París

Informo a continuación de las cuatro interesantes conferencias que dará entre el 8 y el 22 de marzo de este año 2016 el historiador de la ciencia Juan Pimentel en diversas instituciones parisinas como profesor invitado de la prestigiosa Ecole d’Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS).

Los sugerentes y relevantes problemas que Juan Pimentel abordará en sus conferencias son los siguientes:

  • Natures mortes. Triomphe de la peinture et collectionnisme dans l’Espagne baroque
  • La flore de papier: Mutis, la botanique des Lumières et le trésor invisible
  • Les langages de la carte
  • Leçon d’anatomie: Ramón y Cajal, le Regeneracionismo et la science perdue.

En este enlace (ver aquí) el lector encontrará una sinopsis de los contenidos de cada conferencia e indicación del lugar donde tendrán lugar

Juan Pimentel Paris

Juan Pimentel es responsable del grupo de investigación Mundialización y mundanización de la ciencia, al que pertenezco, del Departamento de Historia de la Ciencia del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC en Madrid. Dirige en la actualidad el proyecto de investigación «Imágenes y fanstasmas de la ciencia ibérica, siglos XVI-XVIII», el cual -junto a otros proyectos que se están desarrollando en el Instituto de Historia del CSIC-  fue presentado el pasado 25 de febrero de 2016 en las instalaciones del mencionado Centro de Ciencias Humanas y Sociales. (ver aquí)

Actores de la política científica de Portugal y España

 El 10 y el 11 de diciembre de 2015 he participado en un coloquio organizado en Lisboa por el Arquivo de Ciencia e Tecnologia de la Fundaçao para a Ciência e a Tecnologia de Portugal dedicado  a analizar los discursos, las estrategias, los intereses de relevantes actores de la política científica portuguesa de la Primera República, del Estado Novo y del nuevo Portugal democrático, en el que ha descollado la labor de Mariano Gago, recientemente fallecido. Pero lamentablemente la intervención destinada a analizar las tareas de Mariano Gago en la reciente política científica portuguesa se canceló porque la persona que iba a asumir esa responsabilidad,  la historiadora María Fernanda Rollo, había sido elegida recientemente Secretaria de Estado de Ciencia, Tecnología y Educación Superior del nuevo gobierno socialista portugués, y por problemas de agenda no pudo acompañarnos en el coloquio.

Ciclo Atores

Los organizadores – Paula Meireles, Tiago Brandao, Madalena Ribeiro y Maria Fernando Rollo- estimaron conveniente que junto al análisis de destacados actores de la política científica portuguesa se efectuara también una presentación de la labor de Santiago Ramón y Cajal en la política científica española del primer tercio del siglo XX, dada la honda influencia que tuvo la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, el organismo que presidió Cajal durante más de un cuarto siglo, en la Junta de Educaçao Nacional, creada en Portugal en 1928 por el Ministerio de Instrucción Pública para apoyar la investigación científica y los trabajos de lo investigadores portugueses. Esa presentación la efectué en la conferencia inaugural del coloquio en la que me apoyé en un power point que se puede consultar aquí.

En esos dos días de intercambio de experiencias con colegas portugueses he podido constatar el buen estado de salud de la historia de la ciencia en Portugal, de lo que ya informé en otro post anterior. Así, gracias a las intervenciones de varios colegas, he tenido ocasión de aprender de la labor desarrollada por los siguientes protagonistas de la política científica portuguesa del siglo XX.

Tiago Brandao presentó a Augusto P. Celestino da Costa (1884-1950), destacado integrante de la generación médica portuguesa de 1911 que renovó la enseñanza superior en su país. Fue un  admirador de la obra científica y política de Cajal.

Celestino da Costa

Celestino da Costa

Se formó científicamente al lado de Mark Athias en la Escuela Médico-Quirúrgica de Lisboa e hizo estudios de especialización en Berlín. Fue director de la Facultad de Medicina de Lisboa entre 1935 y 1942 y cofundador del Instituto de Histología y Embriología, campo científico en el que hizo contribuciones notables. Fue uno de los pioneros de la organización de la investigación científica en el Portugal del siglo XX llegando a ocupar, entre otras funciones dirigentes, la presidencia de la Junta de Educaçao Naciona (JEN), y después de su organismo sustituto: el Instituto de Alta Cultura (IAC) creado en 1936. Ayudó a fundar varias sociedades científicas vinculadas a las Ciencias Naturales, a los estudios pedagógicos y a la educación. Fue separado de su cátedra por el Gobierno en la purga política que llevó a cabo en las universidades portuguesas en junio de 1947, pero se le reintegró en sus funciones docentes enseguida después de ser tomado en cuenta su recurso de apelación.

Ana Cristina Martins analizó la labor del antropólogo y arqueólogo Antonio A.E. Mendes Correa (1888-1960) como destacado representante de la ciencia colonial portuguesa. Participó activamente en la exposición colonial de Oporto en 1934 y en el Congreso colonial portugués de 1949; se interesó por las ruinas portuguesas de Africa del Sur; intervino en la Junta de las Misiones Geográficas en Mozambique, fue director de la Escuela superior colonial.

Francisco Miguel Araujo dio cuenta de la trayectoria intelectual y la carrera académica de Amandio Joaquim Tavares (1900-1974), cuya labor científica se llevó a cabo fundamentalmente en el Instituto de Anatomía de Oporto, y en el Centro de Estudios de Anatomía Patológica creado en esa ciudad en 1941. Como gestor científico dirigió durante un cuarto de siglo, entre 1942 y 1967, el IAC (Instituto de Alta Cultura), promoviendo colaboraciones con universidades españolas e instituciones científicas como el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) por lo que el régimen franquista le distinguió con la condecoración de Alfonso X el Sabio en 1946 y la medalla al Mérito Civil en 1953. Fue además rector de la Universidad de Oporto entre 1946 y 1961. En este año publicó el trabajo O Instituto de Alta Cultura e Investigaçao Cientifica em Portugal.

El segundo día del coloquio, el viernes 11 de diciembre, se inició con la conferencia de José Luis Assis sobre Kaulza de Arriaga (1915-2004), conocido en la sociedad portuguesa por sus actividades como militar ya que dirigió en Mozambique a principios de la década de 1970 las operaciones bélicas contra el FRELIMO, el movimiento de liberación nacional mozambiqueño.  Pero Kaulza de Arriaga, que hizo estudios de Matemáticas e Ingeniería en la Universidad de Oporto tras haber sido Subsecretario de Aeronáutica entre 1955-1961, en el período en el que Portugal firmó su adhesión al Tratado fundacional de la OTAN el 4 de abril de 1959, fue nombrado presidente de la JEN, la Junta de Energía Nuclear de Portugal, cargo que ocupó entre 1967 y 1969 y 1973-1974. Durante su presidencia la JEN desplegó una muy activa política internacional, llevando a cabo acuerdos diversos con varios países europeos, Brasil, Africa del Sur, y España. En abril de 1968 se efectuaron conversaciones para la cooperación nuclear luso-española y en septiembre de ese mismo año Kaulza de Arriaga visitó instalaciones nucleares españolas, elaborando un amplio informe de su inspección que se conserva en los archivos de la Junta de Energía Nuclear portuguesa.

Leite Pinto

Francisco de P. Leite Pinto

Continuó el coloquio con la conferencia de Tiago Brandao: Francisco de P. Leite Pinto (1902-2000). Os pressupostos da «politica cientifica nacional» em Portugal. Este ingeniero, entusiasta de las invenciones técnicas, tuvo también una amplia cultura histórica. Se formó como ingeniero-geógrafo en Lisboa y París, donde fue «bolseiro» o becario de la Junta de Educaçao Nacional entre 1929 y 1934. Al regresar a su país inició una intensa carrera académica y política. Entre 1934 y 1940 fue secretario del Instituto de Alta Cultura, que sustituyó en el Estado Novo a la Junta de Educaçao Nacional. A partir de 1940 desempeñó una cátedra en la Universidad Técnica de Lisboa. Entre 1955 y 1961 fue ministro de Educación Nacional impulsando una reforma de la enseñanza técnica. En 1964 formó parte del Consejo de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Tras crearse la JNICT en 1967 fue nombrado inmediatamente su presidente el 22 de julio de 1967. Leite Pinto, cuyo pensamiento osciló entre la tecnocracia y el humanismo cristiano, fue uno de los destacados impulsores de la política científica nacional del Estado Novo. El 25 de abril de 1974 se exilió primero a Francia y luego al Brasil de donde retornaría años después a Portugal.

Abreu Faro

 

La última conferencia la impartió María Inés Queiroz quien presentó las actividades de Manuel José C.P. de Abreu Faro (1923-1999), destacado investigador,  promotor de las telecomunicaciones portuguesas y organizador del sistema científico-técnico de su país. Este ingeniero electrotécnico inició su carrera académica como asistente en una cátedra y laboratorio de medidas eléctricas entre 1947 y 1956. A partir de ese año asumió una cátedra de Telecomunicaciones realizando investigaciones sobre frecuencias acústicas y efectuando en 1962 y 1965 varios viajes a diversos países europeos como Francia, Holanda e Inglaterra para actualizar sus conocimientos. En la segunda mitad de la década de 1960 se convierte en una de las figuras clave de la política científica portuguesa acumulando responsabilidades. En 1964 elabora un estudio sobre la enseñanza superior en Portugal y es nombrado vicepresidente del Instituto de Alta Cultura. En 1966 asume la presidencia de la comisión de estudios de Energía Nuclear. En 1967 al crearse la Junta Nacional de Investigaçao Cientifica e Tecnológica (JNICT) es designado vicepresidente de ese organismo. En 1971 es designado subsecretario de Estado de Administración Escolar. A lo largo de esa carrera de gestor científico insistió, tal y como expuso en un importante discurso de 1968, en la centralidad que debía de tener la ciencia en los ámbitos educativo y económico de su país.

El coloquio finalizó con una mesa redonda sobre la gestión del legado de los científicos en la que intervinieron José Pedro David Ferreira, hijo del médico histologista José Francisco David Ferreira (1929-2012), discípulo de Celestino da Costa, Pedro Penteado, director de los servicios de archivística de la Dirección General del Libro, los Archivos y las Bibliotecas del gobierno portugués, Tiago Brandao y Tiago Santos Pereira, de la Fundaçao para a Ciência e a Tecnologia.

Tras la mesa redonda tuve la oportunidad de hacer una visita, guiado por Paula Meireles, a la biblioteca de la Fundaçao para a Ciencia e a Tecnologia, cuyo catálogo on line se puede consultar aquí  y a las magníficas instalaciones del Arquivo de Ciência e Tecnologia, en cuyos cuatro kilómetros lineales de documentación se custodia gran parte de la memoria de la ciencia portuguesa contemporánea. Parte de esos materiales están accesibles on line como puede comprobar quien visite su sitio web (ver aquí)

Arquivo FCT

Addenda: Todas las intervenciones del coloquio se pueden escuchar aquí.

En las librerías mi segunda edición de Los tónicos de la voluntad de Cajal

En el año 2005 la editorial Gadir, premio a la mejor labor editorial cultural en el año 2009 concedido por el Ministerio de Cultura, publicó mi primera edición de Los tónicos de la voluntad. Reglas y consejos sobre investigación científica de Santiago Ramón y Cajal, considerada  por Antonio Calvo Roy «lo más parecido a una edición crítica de la obra con un estudio con varias miradas diferentes». (ver aquí).

En efecto aquella edición de hace diez años estaba formada por el siguiente corpus de textos.

Por una parte la reproducción del libro tal y como lo presentó Cajal a sus lectores en su edición de 1923, sustancialmente distinta a su edición de 1899 financiada por su amigo el médico hispano-cubano doctor Lluria que tomó como base su discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales pronunciado en la sesión del 5 de diciembre de 1897 con el título de Fundamentos racionales y condiciones técnicas de la investigación biológica. 

Publicidad del sanatorio establecido por el amigo de Cajal, el Dr. Lluria, en tierras gallegas

Publicidad del sanatorio establecido por el amigo de Cajal, el Dr. Lluria, en tierras gallegas

Esa edición de 1899 finalizaba con un Post Scriptum que Cajal suprimiría en ediciones posteriores, pero que es muy revelador del impacto que tuvo el desastre de 1898 en su mentalidad, y en sus actitudes regeneracionistas. En 2005 decidí incluir ese texto en la edición que hizo Gadir. De manera que el índice de la obra de Cajal, editada hace diez años, quedó de esta manera:

– Prólogo de Santiago Ramón y Cajal a la segunda edición del libro, de 1899, que él denominó originariamente Reglas y consejos sobre la investigación biológica. Este prólogo lo incorporó a las siguientes ediciones.

Capítulo 1.- Consideraciones sobre los métodos generales.- Infecundidad de las reglas abstractas.-Necesidad de ilustrar la inteligencia y de tonificar la voluntad.- División de este libro

Capítulo 2.- Preocupaciones enervadoras del principiante.- (Admiración excesiva. Agotamiento de la cuestión. Devoción a la ciencia práctica. Deficiencia intelectual).

Capítulo 3.- Cualidades de orden moral que debe poseer el investigador.

Capítulo 4.- Lo que debe saber el aficionado a la investigación biológica.

Capítulo 5.- Enfermedades de la voluntad.

Capítulo 6.- Condiciones sociales favorables a la obra científica.

Capítulo 7.- Marcha de la investigación científica

Capítulo 8.- Redacción del trabajo científico

Capítulo 9.- El investigador como maestro

Capítulo 10.- Deberes del Estado en relación con la producción científica.- (Nuestro atraso científico y sus causas pretendidas.- Explicaciones físicas, históricas y morales de la infecundidad científica española.- Los remedios).

Capítulo 11.- Órganos sociales encargados de nuestra reconstrucción.- (Pensionados en el extranjero.- Importación de profesores.- Creación de Colegios españoles en las principales ciudades universitarias de Europa).

Post Scriptum (de la edición de 1899 que Cajal suprimió en ediciones posteriores).

Ese corpus cajaliano fue completado en la edición de 2005 con un variado aparato crítico. Por una parte con una amplia introducción en la que explicaba por qué esa obra tuvo una extraordinaria circulación en España y en el mundo, pues fue y sigue siendo traducida a múltiples lenguas, desde el alemán al japonés, desde el inglés al serbio. También con un retrato literario que hiciera Juan Ramón Jiménez de la personalidad de Cajal, y con una galería iconográfica procedente del fondo Alfonso del Archivo General de la Administración. Y finalmente con un anexo documental precedido por una guía en la que explicaba por qué  los ocho textos y documentos que había seleccionado como editor podían ayudar a entender el contexto de producción y circulación del más importante «best seller» de Cajal, considerado uno de los más significativos libros de prosa didáctica en lengua castellana.

Cajal manipulando un microtomo

Cajal manipulando un microtomo

Esos ocho documentos que enriquecían la edición de 2005 eran los siguientes:

1. El «doctor Cajal» por José Rodríguez Mourelo

2. Curriculum vitae enviado por Cajal hacia 1899 al Dr. J. Pagel

3. «Cajal, fotógrafo» por Francisco Tello

4. «La obra literaria de Cajal» por Melchor Fernández Almagro

5. Traducción al español (por Paloma Calle) del prólogo de Cajal  a la primera edición en alemán de Regeln und Ratschläge Zur wissenschaftlichen  Forschung (Reglas y consejos sobre investigación científica)

6. Traducción al español (por Paloma Calle) de la presentación de Desiderio Miskolczy a la primera edición de Regeln und Ratschläge Zur wissenschaftlichen  Forschung (Reglas y consejos sobre investigación científica)

7. Una gran pérdida para España. Ha muerto D. Santiago Ramón y Cajal. Editorial del periódico El Sol.

8. Traducción al español (por Paloma Calle) de la necrológica de Desiderio Miskolczy, Don Santiago Ramón y Cajal 1852-1934.

La nueva edición de Gadir de Los tónicos de la voluntad de Cajal, nombre con el que se conoce la obra a partir de su edición en 1916, que acaba de llegar a las librerías, ofrece nuevas aportaciones.

portada libro Cajal

Dispone de una nota preliminar en la que se ofrece información adicional sobre la recepción de esta obra en Europa y América latina, y se expone sucintamente los avances habidos en el conocimiento de la obra cajaliana en la década transcurrida entre las dos ediciones.

Y en el anexo documental se ofrecen dos textos adicionales que nos permiten conocer sus opiniones ante el conflicto bélico que asolaba Europa hace un siglo, y  las relaciones entre la ciencia y la guerra, y reflexiones variadas sobre la educación como elemento que tendría que favorecer la autorreflexión de los individuos.

En efecto estos dos textos que enriquecen esta nueva edición de 2015 son:

– la entrevista que le hizo José Ortega y Gasset, publicada el 12 de febrero de 1915 en el número 3 del semanario España, el principal portavoz de las aspiraciones políticas de la generación del 14, como he señalado recientemente en un post de mi blog Jaeinnova. Cuaderno de investigación de las reformas educativas y científicas en la era de Cajal. (ver aquí). Quizás en esa entrevista quepa hallar las razones por las que semanas después desistió Cajal de firmar el manifiesto redactado por Ramón Pérez de Ayala en el que un grupo de intelectuales tomaba partido por la causa de los aliados y que le hiciese llegar a Cajal Gustavo Pittaluga (1876-1956), según sabemos por los diarios de Azaña, tal y como ha expuesto recientemente Santos Juliá en su texto «La nueva generación: de neutrales a antigermanófilos pasando por aliadófilos» (ver aquí).

– y los pensamientos de tendencia educativa, título que dio a su colaboración en el Archivo de la Palabra, el gran proyecto del fonetista del Centro de Estudios Históricos de la JAE Tomás Navarro Tomás, entre cuyos objetivos se encontraba el registro de testimonios autofónicos de destacadas personalidades de la cultura española de la época republicana. La participación de Cajal revela cómo mantuvo hasta el final de sus días una voluntad pedagógica que caracterizó su quehacer como investigador y profesor, según analicé hace unos años (ver aquí).

contraportada libro Cajal

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